domingo, 5 de noviembre de 2017

Colectivo Cas Colegato, convicción, pertenencia y resistencia cultural en tiempos adversos





El colectivo Cas Colegato surgió hace cerca de 5 años a propósito de la búsqueda de un gran número de vecinos vinculados a la Villa Lousiana, por resolver colectiva y comunitariamente diversas problemáticas que vivían (y viven) como barrio. La maldita droga, la falta de espacios, la necesidad de cultura, de educación, de oportunidades, fueron abordadas desde la lucha diaria y silenciosa, logrando en el camino muchas batallas ganadas, hitos y éxitos, también sinsabores y reveses. Lo importante es continuar dando la cara, eso lo tienen claro los muchachos. Más aún en un contexto como el actual en Maipú, en el que la administración simplemente no cree en la organización popular, prefiere armar show lleno de pirotecnia y dejar las soluciones en manos de los "expertos", no de la comunidad. Hablamos con Marco Aguilera Aguayo, uno de los vecinos quienes han activado esta iniciativa a pura convicción y amor por el barrio, pertenencia se llama eso, algo que hace falta por estos días. Acá lo que nos contó respecto al pasado, presente y futuro de Colegato.




¿En qué está Cas Colegato hoy y cuales son sus planes para este año?

Actualmente estamos en proceso de reestructuración interna. Además estamos en proceso de recuperación del espacio comunitario, luego de 11 meses de recesión. Lo anterior debido a una intervención política externa que debilitó el desarrollo colectivo del espacio. Asimismo, el mismo colectivo Colegato está pasando por un proceso de evaluación de sus resultados: Qué tan efectivo ha sido el trabajo que se vino realizando durante el último semestre. También tomar en cuenta el desarrollo de los proyectos individuales de algunos miembros de la organización, los cuales han implicado en cierto sentido el distanciamiento del trabajo de Colegato propiamente tal. Me refiero, por ejemplo, al proyecto musical Baruk Adonai, o los estudios universitarios de algunas compañeras. Ahora bien, la proyección continúa siendo la misma desde su génesis, que es ser un espacio experimental abierto a la comunidad, para la generación de cambios individuales y colectivos que incidan en el desarrollo de los vecinos y vecinas del barrio, lo cual significa en última instancia fortalecer redes de apoyo mutuo con las organizaciones afines que actualmente están trabajando desde una perspectiva comunitaria en el territorio.

¿Cómo evalúan los casi 5 años de trabajo que vienen desarrollando?

Tenemos un balance positivo, porque considerando que desde la idea principal, que es disponer y desarrollar un espacio comunitario, pudimos instalarnos en un circuito sociocultural. También rescatamos la recuperación del espacio que fue principalmente habilitado por los primeros vecinos y pobladores de Villa Lousiana, por lo tanto, un espacio comunitario histórico, donde antiguamente funcionó un Club de Abstemios, y trabajó Don Bruno, profesor de la escuela A-75, entre otros gestores comunitarios del barrio. Haber vuelto a habilitar la sede comunitaria en este mismo lugar, que anterior a la fundación de Colegato estaba siendo usurpado por un particular, haciendo usufructo del beneficio comunitario que éste debe tener. Eso para nosotros es un resultado y un logro significativo. Por otro lado, hablando del ejercicio del ensayo y el error, consideramos tener un balance importante en términos de aprendizaje, ya que a raíz de todo lo que hemos hecho, el mismo proceso nos ha ido enseñando cómo obtener mejores resultados en cuanto a la organización, la coordinación y la cooperación que se requieren para llevar adelante eventos y actividades con fines comunitarios. Sin embargo, creemos que nos falta mucho camino por recorrer y experimentar, pero a pesar de todo, es un buen balance en 4 años de trabajo.


Así está hoy Colegato, tras las rejas. Un espacio cerrado.


¿Qué ocurre en el contexto de su barrio actualmente y de qué modo se han vinculado a él?

En este sentido, hay 3 situaciones que se deben destacar y merecen una reflexión. En primer lugar, la condición actual del espacio comunitario histórico recuperado, concretamente el hecho de que el espacio se volvió a cerrar al uso público producto de una intervención política negligente de la actual administración municipal. En segundo término, la transformación de espacios públicos en fumaderos de pasta base, lo cual se ha traducido en hechos graves para los vecinos y vecinas, como el robo en casas aledañas al sector donde actualmente se reúnen los consumidores de pasta base. Por último, la presencia vigente de organizaciones de base, las cuales representan una forma de resistencia activa a la situación actual de nuestras poblaciones populares. Así, para hacerle frente a todo lo descrito anteriormente, el primer paso que queremos dar es rehabilitar nuestro espacio comunitario, y reactivar su incorporación a los circuitos socioculturales. Eso implica adaptarse al contexto del barrio, pero siempre teniendo en la mira nuestro objetivo principal, que es construir vida comunitaria.


Cuéntennos sobre el robo que sufrieron hace poco... ¿De qué modo se están organizando para hacerle frente?

Eso fue una sorpresa inesperada y negativa para Colegato. Lo significativo de esto, es que conlleva un obstáculo más que debemos superar. De esta experiencia negativa sacamos algo positivo, ya que hemos decidido como colectivo recuperar y rehabilitar el espacio directamente, promoviendo la auto organización y la autogestión comunitaria desde nosotros mismos, sin esperar que la actual administración municipal solucione nuestras problemáticas.


¿Cual es su opinión como colectivo del panorama actual en Maipú?

Ante todo, debemos mencionar el proceso de cambio a nivel institucional, lo concerniente a la actual administración municipal, no podemos obviar este punto para analizar el actual escenario que se vive en Maipú. Ahora bien, el escenario es tan vasto, sobre todo tomando en cuenta la extensión territorial de la comuna, que nosotros lo analizamos en particular desde el punto de vista del desarrollo del arte y la cultura.
Para ejemplificarlo, podemos mencionar la burocratización de lo cultural que están experimentando las organizaciones de base por parte del municipio. Ahora, en el actual contexto político, la burocratización la podemos visibilizar en la apropiación que hace el municipio de las actividades que una organización de base hace en cogestión con la entidad municipal, graficado en la presencia de logos alusivos a la administración municipal, así como en la coordinación del tiempo y en la gestión de las actividades.


Totalmente desmantelado tras el robo que sufrieron hace unas semanas.